Hola Sheila, te escribo para decirte lo mucho que agradezco toda la ayuda, apoyo y sabiduria que me has brindado a travès de estos meses.
A pesar de estar muy triste y que creo comprender las razones de tu retiro, me vas a hacer mucha falta en esta lucha en la que estamos metidos todos.
Te deseo lo mejor en tu vida y ojalà esta pesadilla algùn dìa sea solo un recuerdo en nuestra memoria, y que la experiencia nos sirva de crecimiento espiritual y emocional.
Por lo menos esa es mi esperanza, pues el Alejandro que me arrojò a los AD no estaba bien.
Eres una mujer fuerte y un ser humano extraordinario.

Recibe un fuerte abrazo y todo el cariño de mi parte, A.